los muslos
los brazos
el pelo (morderlo para poder soltar las manos)
la sensación de que el cuerpo se infantiliza al nunca mostrar el rostro.
los orificios al inicio y final de la columna.
el hambre de los animales
la cabeza hace aunque esté tapada, no por no ver deja de buscar.
al ver a las demás, se arma muy fácil la imagen del condenado, el que va a ser ejecutado o está preso, cuerpos indefensos sin identidad, vulnerables.
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